De símbolo a símbolo
La primera vez que vi en persona a Felipe fue en un campus
del Estudiantes. Yo tendría once o doce años y Felipe se pasó por el campus, juraría
que estaba en Pozuelo, a firmarnos unas gorras y demás historias. Después de
aquello, tardaría muy poco en cambiar de acera y fichar por el Real Madrid como
tantos habían hecho antes y como tantos han hecho después. Empiezo contando
esto porque me parece un punto importante en la historia de Felipe Reyes. De
ser símbolo en el Estudiantes a ser símbolo en el Real Madrid. Habla esto muy
bien de su capacidad de adaptación a las situaciones que se le van presentando.
Una capacidad que ha exhibido durante toda su etapa en el Real Madrid. Mientras
el club buscaba recuperar la gloria extraviada en años de sequía, Felipe se iba
erigiendo capitán del barco. Han pasado entrenadores, algunos afines y otros
no, y jugadores que en teoría se lo iban a comer pero al final ha sido Felipe el
que siempre ha sobrevivido.
El rebote tiene
nombre y apellidos
Felipe Reyes Cabanas, desde Córdoba (1980). Y este del
rebote no es un tema baladí. El baloncesto de hoy, muy proclive al dominio de
los jugadores más poderosos físicamente, guarda en el pivot del Real Madrid un
último reducto para los románticos. Los 204 centímetros que marcan su ficha
quedan algo cortos al lado de los gigantes que se pasean por las zonas de todas
las canchas del mundo. Pero a Felipe le bastan y le sobran. Entre nosotros,
pondría la mano en el fuego porque Felipe atraparía rechaces midiendo 1.80. Hay
veces que parece que tenga imán en las manos. Pero como aun eso no se ha
demostrado, hablaremos de lo que tenemos sobradamente comprobado. Instintos,
colocación, anticipación y huevos. Esa es la receta que utiliza Felipe en todos
los partidos.
Aquí una pequeña muestra:
Habiendo visto tal exhibición de fuerza e inteligencia, ¿Quién
no iría a la guerra con Felipe?
Su mayor progreso
El tiro sin lugar a dudas. Recuerdo haber sufrido mucho
viendo a Felipe Reyes en la línea de tiros libres. En realidad cuando uno crece
siendo seguidor del Estudiantes sufre por todo, pero muchas veces había que
celebrar que metiera uno de los dos. Ni hablemos de cuando metía un tiro desde
cinco o seis metros. Aquello parecía un milagro. Su hábitat natural era la
pintura, y tenía alergia a salir de ella. Años después todo ha cambiado. Felipe
es un seguro de vida desde la línea de tiros libres y su rango de juego ha
aumentado hasta llegar a ser una amenaza incluso desde el triple (sobre todo en
la época Messina y posterior). No es por supuesto producto de la casualidad.
Adivino, porque no puedo confirmar, largas jornadas puliendo su técnica y su
rango de tiro hasta dar como resultado el Felipe Reyes que llevamos viendo y
disfrutando unos años.
Aquí un video de Tubasket en el que Felipe explica su mejora
en el tiro lejano:
Orenga, se lo que
hiciste el último verano
El Mundial de España 2014 será recordado para siempre por
los seguidores al baloncesto español. El varapalo terrible que sufrió la mejor
selección de nuestra historia dejo algunas maravillosas y tristes historias. Y
quiero rescatar una. La infrautilización de Felipe Reyes por parte de Orenga.
En el cúmulo de despropósitos que nos brindó nuestro querido ex seleccionador
ese fue el que más llamó la atención. Obviando su facilidad innata para el
rebote, su excelente conexión con el público y su liderazgo en el vestuario,
Orenga se olvidó de él incluso en los momentos que parecían escritos para el
cordobés. Con Francia dominando el rebote de cabo a rabo y con el público de
Madrid más dormido que despierto, el seleccionador no tuvo a bien ni siquiera
darle la oportunidad de participar en el juego. Francia reventó en el rebote a
España y la historia del resultado ya la conocemos. Cosas que pasan y que nunca
debieron de pasar. Orenga dio por muerto a Felipe. Y Felipe sigue demostrando
que está muy vivo. Más que nunca.