Unos inicios difíciles…
Reggie Miller es reconocido por muchos como el mejor tirador
de la historia. Pero sus inicios en la liga no fueron nada fáciles. Su elección
en el draft despertó en Indiana reacciones en su contra y en contra de Donnie
Walsch, él por aquel entonces manager general de los Pacers. Los aficionados
Pacers querían a Steve Alford, jugador universitario criado en la región y que
era una de las grandes promesas del baloncesto. Así que tuvo que pasar cierto
tiempo y mucho trabajo duro para que los aficionados de Indiana le demostraran
algo de afecto.
A pesar de que la carrera universitaria de Reggie Miller había
sido de lo más prometedora, su aspecto, algo delgado y endeble no despertaba
mucha confianza. Cada vez que acudía a un estadio rival los aficionados rivales
empezaban a susurrar “Cheryl, Cheryl, Cheryl…” hasta que esos susurros se
convertían en gritos. Cheryl Miller, su hermana puede entrar en la conversación
sobradamente de las mejores jugadores de la historia y cuando eran pequeños era
normal que Cheryl ganase a Reggie cuando jugaban juntos. Probablemente eso
ayudo a crear la fortaleza mental que Reggie Miller lucio durante toda su
carrera.
Un tipo incomodo…
Michael Jordan cayó en su trampa. Después de un contraataque
rápido por parte de los Pacers en el que ni tan siquiera estuvo involucrado
Reggie Miller llegó por detrás y empujó a Jordan. Este, probablemente harto de
las provocaciones de un maestro del trash talking como era Reggie Miller corrió
enfurecido hacia él con animo de venganza. Empujones, manos en la cara y algún
golpe suelto hasta que consiguieron separarles. Michael Jordan, el hombre que
nunca se ponía nervioso había sido sacado de quicio por Reggie Miller.
La anterior historia es simplemente un ejemplo de lo
incomodo que debía de ser jugar contra Reggie Miller, un tipo que se conocía
tan bien a si mismo como a sus rivales. Sino que le pregunten a John Starks. En
los míticos duelos de los 90 entre Indiana Pacers y New York Knicks no se enfrentaban
Reggie Miller y Patrick Ewing, se enfrentaban Reggie Miller y John Starks. El bueno
de John caía una y otra vez en las trampas que le ponía Reggie. Si Reggie le decía
al oído que no podía jugar en la liga con el nivel que tenía esas palabras martilleaban
en el cerebro de Starks durante el resto del partido. Y si acaso en el siguiente
encuentro se le había olvidado Reggie no dudaba ni un momento en recordárselo.
Por algo Reggie Miller esta considerado como uno de los mejores Trash Talkers
de la historia de la liga.
¿8 en 9 segundos? 25
puntos en un cuarto.
Miles de líneas se han escrito estos días sobre los increíbles
9 segundos que Reggie Miller regalo a los aficionados del baloncesto (menos a
los de los Knicks) para remontar un partido que Indiana ya daba por perdido. ¿Pero,
quien quiere 9 segundos pudiendo tener un cuarto entero?
Final del tercer cuarto e Indiana pierde 58-70 en el Madison
con Spike Lee sacando de quicio a Reggie Miller que sucumbía ante sus
provocaciones. Pero Reggie estaba hecho de otra pasta. Su amor al juego y su carácter
eran infinitos. Así que dos triples abiertos nada mas empezar el cuarto y
Reggie volvía a estar metido en el partido. No solo eso, sus ojos lucían
encendidos y tras la siguiente canasta, una suspensión tras uno contra uno
busco la motivación en la grada, en Spike Lee. Tras la siguiente canasta, otro
triple abierto y después de haberse encarado con Spike el aro parecía una
piscina y el Madison empezaba a asustarse.
Y mientras un compañero suyo estaba en la línea de tiros
libres ocurrió. Se volvió hacia Spike Lee, le miro, y puso sus manos en su
propio cuello. Los Knicks se estaban ahogando, mas bien, Reggie estaba ahogando
a los Knicks. Después deslizo su mano hacia la entrepierna y debió de acusar a
Spike Lee como algo así de falta de testiculina, así que aquello era la guerra
total. La siguiente canasta esta en los anales de la historia. Reggie Miller en
mitad de la cancha y alejado de la línea de 3 bota el balón cuando sin previo
aviso se levanta y enchufa el triple, un triple con dedicatoria. Casi sin ver
el balón entrar, su mirada se dirige directamente hacia Spike Lee que cada vez
se hace más pequeño en su asiento. A partir de ese momento otros 11 puntos mas
y victoria para Indiana frente a unos ahogados Knicks. Ahogados por un asesino. El Madison enmudecía ante una exhibición que quedaria ya para la historia.
Una leyenda…
Durante todo el articulo no he querido caer en nombrar números
(podría, Reggie los tiene y muy buenos… 5 veces all-star, finalista de la NBA,
medalla de oro olímpica, segundo máximo triplista de la historia) porque
considero que Reggie Miller era mucho mas que sus números. Era pura
inteligencia y amor al juego. Y con eso me quedo de él. Triplistas hay y habrá
muchos, pero Reggie Miller es irrepetible.
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