En la NBA, como en la vida, las injusticias ocurren con
relativa frecuencia, que se lo pregunten a Lillard con no sé qué tema del All
Star... Pero hoy voy escribir sobre otra de ellas: que Tony Allen no tenga (y parece que ya es demasiado tarde como para
cambiarlo) ni un solo título a mejor defensor del año. La experiencia y los
nombres ganadores de este prestigioso premio nos dicen que es muy difícil ver a
un jugador exterior alzando dicha distinción. En la historia de la NBA se ha
repartido 32 veces, desde la temporada 1982-1983 y solo siete veces se lo ha
llevado un jugador exterior. Los jugadores exteriores que lo han ganado han
sido Sidney Moncreif (x2), Alvin Robertson, Michael Cooper, Michael Jordan,
Gary Payton y Ron Artest, el último en la temporada 2003-2004. Ha quedado muy claro
pues que este es un premio para jugadores interiores.
No pretendo con mi argumentación a favor de Tony Allen
desmerecer a alguno de los últimos ganadores del premio como Marc Gasol o Noah, espectaculares
jugadores defensivos que obtuvieron una merecida recompensa al trabajo
realizado, pero es necesario dejar a la vista de todos que tan buen defensor es
y ha sido durante su carrera Tony Allen.
Empezaremos hablando de las posiciones que puede defender
Tony Allen. Chris Paul, Kobe Bryant y
Kevin Durant. El mejor base de los últimos años, uno de los anotadores más
sanguinarios de la historia y el MVP de la liga han sufrido en sus propias
carnes lo que es que Tony Allen te defienda. Los nombres asustan, sus
diferentes cualidades dejan a la vista las capacidades defensivas del de
Oklahoma State. Tony defiende el físico y la capacidad anotadora de Durant, la
habilidad y la velocidad de Paul y el instinto y el tiro de Kobe. Tony defiende
base, escolta, alero. Lo hace todo y todo bien.
¿Por qué no premiar a alguien que se tiene que enfrentar con
los jugadores más desequilibrantes del planeta durante toda la temporada? No
puedo argumentar en contra de premiar a Marc Gasol o Noah como he dicho antes
así que no lo haré, pero nadie puede obviar la dificultad que tienen los
defensores exteriores de élite como Tony Allen enfrentándose cada noche al
jugador más desequilibrante del equipo contrario.
Tony Allen es intensidad
y así entiende él la defensa. NBA finals.
Boston Celtics Vs. Los Angeles Lakers. Serie empatada a 2 y Boston arriba 71-61
en el Garden en el quinto. Pau gana la posición a Wallace y recibe dispuesto a
darse la vuelta y machacar el aro. De la nada aparece Tony Allen para colocar
un inmenso tapón que enloquece al pabellón. En la repetición se ve como Allen
inicia el salto antes casi de que Pau decida levantarse. Instintos e intensidad.
Tony Allen es dedicación. Playoffs 2014. Memphis Grizzlies Vs. OKC. Primera ronda. Tony Allen
consigue llevar al límite a Kevin Durant que desesperado ve muy menguados sus
porcentajes durante toda la serie aunque consigue sobrevivir. En esta serie, el
escolta de Memphis consiguió meterse en la cabecita de Durant de principio a
fin. Sobre el precioso duelo que aconteció tenéis unos detallados videos en
YouTube con los que seguramente disfrutéis mucho.
Y una última muestra del tipo de jugador que es Tony Allen, está
mucho más distendida y divertida, casi una tontería pero que muestra que Tony Allen disfruta del baloncesto como
un niño. Tony Allen vestido de traje por molestias y sentado en el banquillo
mientras Marc Gasol en cancha
intenta anotar… ¡¡con la cabeza!! No uno sino cuatro toques. Tony Allen
acompaña los dos últimos levantado ansiando que la muestra de habilidad de Marc
acabe en canasta.
¿Cuán importante ha sido Tony Allen para los Grizzlies
y viceversa? La relación ha sido perfecta y muy provechosa desde el principio.
Para muestra un botón: Temporada 2009-2010, última sin Tony Allen, los
Grizzlies se situaban en el puesto 19 de rating
defensivo de toda la liga. 2010-2011: novenos. 2011-2012: séptimos.
2012-2013: segundos. 2013-2014: séptimos. Obviamente este proceso no ha sido
cuestión solo de Tony Allen. En él han contribuido nombres como Lionel Hollins
o Marc Gasol, pero no se puede negar que la llegada de Tony Allen contribuyó de
una manera crítica al cambio de mentalidad en el equipo de la ciudad de Elvis. El
entendió a la ciudad y la ciudad le entendió a él. El estilo de lucha de Memphis encuentra su espejo en cada
dura defensa de Tony. Cada movimiento de
toalla de los aficionados en el pabellón en los partidos de Playoffs es un
chute de adrenalina en el corazón del escolta. Conley entendió esto: "Zach and Tony, they're a reflection of
the city… Everybody in this town has had to work for everything they've had in
their life. Nobody's offered silver spoons. It's just kind of about grinding it
out”. Poco más se puede decir.
Tony se ha ganado el respeto de toda la liga por ser un
perro de presa que cualquier entrenador decente e inteligente querría tener en
su equipo. “He has a competitive desire
to compete individually. That’s very uncommon. Most defensive players I face
want help all the time. I’ve never heard him ask for help. He likes taking the
challenge.” Palabras de Kobe Bryant
que describen a la perfección como entiende Tony Allen la defensa. Un reto, una
guerra personal, y como bien dice Kobe hay muy pocos jugadores que puedan
aceptar tales retos en solitario.
A sus 33 años no sabemos cuánto le queda en el tanque al
bueno de Tony. Lo que si sabemos es que se lo dejará todo en la cancha.
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