viernes, 24 de junio de 2016

Sobre elecciones y traspasos

La maquinaria de la NBA no frena. Días después de unas mágicas finales hemos vivido acontecimientos que podrían cambiar el destino de la liga los próximos años. Traspasos que implican a jugadores importantes, salidas prácticamente seguras a la agencia libre y un draft lleno de sorpresas…

Y como la NBA no frena, tampoco deben hacerlo los análisis.

Jeff Teague
A bote pronto, la Conferencia Este cuenta desde ahora mismo con un nuevo y serio competidor. Los Pacers se han movido fantásticamente bien en el mercado y han añadido dos jugadores que serán titulares e importantes la próxima temporada, Thaddeus Young y Jeff Teague. A eso hay que sumarle el crecimiento de segundo año que se le presupone a Myles Turner, el espectacular tono físico que presentará Paul George desde el minuto uno de la temporada y un banquillo del que saldrán  CJ Miles, Rodney Stuckey o el rookie Georges Niang, más lo que consigan retener o contratar en la agencia libre. Opinión personal: si como se dice, McMillan ha abierto su mente, serán los rivales de Cleveland.

También en la Conferencia Oeste un equipo parece haber dado un paso al frente. Es OKC. Adiós al otrora tercer jugador del Big Three (Ibaka) y hola a Domantas Sabonis, Victor Oladipo y Ersan Ilyasova. Como todos los traspasos, este deja varias lecturas. Para OKC es un movimiento soñado. A Ibaka le habían comido la tostada Kanter y Adams en Playoffs y su rendimiento ya no justificaba su salario. Además, su contrato acaba al finalizar la siguiente temporada. Conseguir a cambio a una bestia como Oladipo, un metedor profesional desde el banquillo como Ersan Ilyasova y una gema a pulir como Domantas Sabonis debe ser el movimiento soñado por Presti y los aficionados a OKC.

Sin embargo, se hace imposible cerrar el capítulo de traspasos sin hablar del de Derrick Rose a New York Knicks. Lo comenté el otro día en twitter; siempre que sale una noticia del base tengo que recordar que tiene x (27) años y que esta no va a ser su última oportunidad. Aunque sin duda va a ser una muy buena. La franquicia de New York está necesitada de dos cosas: ídolos y victorias. Si las lesiones le respetan, es justo lo que Derrick Rose le va a dar al equipo dirigido por Jeff Hornacek, una figura a la que seguir y victorias. Desde el punto de vista de los Bulls y habiendo salido a la luz las intenciones de traspasar a Jimmy Butler (¡!!) durante la noche del draft, solo puede haber dos explicaciones: o la gerencia se ha vuelto loca o quieren reconstruir desde cero. O ambas.

Metidos en harina de otro costal, el draft, merece la pena destacar alguna selección y lo que significa para los equipos.

Los Lakers seleccionaron en una fácil elección a Brandon Ingram y creo que están preparados para ser el equipo más mejorado en número de victorias con respecto a la temporada pasada. Las 17 conseguidas en la 2015-2016 estuvieron condicionadas por la ineptitud de Byron Scott y por la ruta de despedida que Kobe Bryant se tomó el lujo de disfrutar. Luke Walton (creo que va a ser entrenador muy bueno), un grupo de jóvenes que es de los mejores de la liga y algún movimiento casi seguro en la agencia libre. Los nuevos Lakers están aquí y habrá que estar pendiente de ellos.

En el número 5 los Wolves seleccionaron a Kriss Dunn. ¡¡Un base!! ¡¡Como Ricky Rubio!! Después de intentar reunir a Jimmy Butler con Thibs la cosa parece haberse calmado un poco. Pero no nos engañemos, las aguas volverán a agitarse muy pronto y extraño sería que no acabarán con Ricky Rubio vistiendo la camiseta de otro equipo. Las informaciones alrededor de la liga indican que el entrenador está enamorado de Dunn y que no quiere ni en pintura a Ricky Rubio. El desenlace parece cantado.

En el 10, los Bucks eligieron a Thon Maker, un sudanés de ¿19? años con unas cualidades físicas indescriptibles pero que despierta dudas por todo lo demás. Un jugador al que enseñarle mucho y al que darle minutos sin cortarse. La apuesta por Giannis Antetokounmpo salió tan maravillosamente bien que la paciencia debe volver a ser la principal virtud de los seguidores de los Bucks. Pase lo que pase, Milwaukee volverá a ser un equipo muy interesante de ver.

Juancho Hernangómez
El único jugador español que se presentaba al draft, Juancho Hernangómez fue seleccionado en el puesto 15 por Denver Nuggets. Dos notas curiosas de su noche; salvó con elegancia cuando en la entrevista del Plus le recordaron que en webs especializadas le comparan con Jonas Jerebko y Víctor Claver (insuperable la comparación Buddy Hield- Voshon Lenard de Jalen Rose) y parece que los Nuggets no estaban seguros de a que hermano estaban seleccionando, ya que en su web anunciaron a Willy. Estrictamente en lo deportivo, creo que le irá bien, siempre que  consiga superar ese tonto pero importante debate que persigue a algunos jugadores: ¿es un 3 o es un 4?


Por cierto y como no podía ser de otra manera, los fans no han aprendido nada de la historia Porzingis- Knicks del año pasado. A cada selección un payaso haciendo aspavientos. Luego les coserán la boca y les dolerá. Ojalá.       

La correcta continuidad

Sergio Rodriguez, Sergio Llull, Felipe Reyes, Rudy Fernández, Jaycee Carroll y Pablo Laso. No busquéis más razones que la continuidad para la impresionante racha de títulos del Real Madrid de baloncesto. Seis hombres que se conocen a la perfección, que se entienden con una mirada y que, además, son buenos de narices, cada uno en lo suyo. ¿Qué podría salir mal? Obviamente nada. Si al plato de tres estrellas Michelin que ya forman esos hombres le vas sumando temporada a temporada especias que le den más sabor o una impresionante decoración para que la presentación sea propia de un Picasso, el resultado no puede ser otro que cualquier conjugación del verbo ganar: ganaban, ganan y ganarán.


Pablo Laso
La época de Pablo Laso en Real Madrid ha seguido derroteros bien marcados. El estilo y las victorias trajeron la continuidad y la continuidad resultó en una identidad. Por cierto, alabado sea el señor, un estilo atractivo. En esta época oscura por la que transcurre la ACB en casi todos los sentidos (espectáculo, audiencias, calidad del juego, competitividad, ascensos y descensos), el Real Madrid ha sido un faro potente al que la competición se ha podido agarrar. El conjunto blanco ha sido un trueno ofensivo las últimas temporadas bajo la tutela de Pablo Laso. Complicado encontrar un equipo en Europa que pueda equiparar su ritmo de juego y anotación al del Madrid de Laso. “Eeeey, ¿me vas ganando por 10? No te preocupes que en tres minutos pongo las cosas en su sitio”. Rudy, Llull (un pecado que no haya pisado NBA en mi opinión), Chacho, Carroll… Pura dinamita. Y dinamita de la que no falla.  

Lo curioso es que todo esto pasaba mientras Laso era cuestionado. Bueno, es que Pablo Laso nunca ha dejado de estar cuestionado. El técnico de Vitoria ha manejado de la mejor forma posible la enorme exigencia que supone entrenar a un club como el Real Madrid y lo ha hecho alejado de los focos, lo que puede que sea incluso más importante. No debe ser fácil de soportar la crítica cuando ya no es que venga después de perder un título, sino que viene después de cualquier derrota en la Liga Regular de la ACB. Todo un ejercicio de paciencia.  

Mientras, en el piso de enfrente, el Barcelona era incapaz de ordenar sus asuntos. Encasillados y atrapados en una (demasiado) larga época Xavi Pascual, los blaugrana no han encontrado el antídoto a la regularidad y continuidad del Real Madrid.

Y no es porque no lo hayan intentado. Tomando como referencia la plantilla del Barcelona en la temporada 2011-2012, año de la llegada de Pablo Laso al Real Madrid, el único jugador que permanece en la plantilla del Barcelona es Juan Carlos Navarro. Chacho Rodriguez, Carroll, Llull y Felipe Reyes son los que aún visten la camiseta blanca. Y Laso en el banquillo por supuesto. Demasiada diferencia, la misma que parece haber a dia de hoy en la cancha entre ambos conjuntos.  

Lo más llamativo es que el Barcelona solo ha encontrado continuidad en el estamento que ha sido más criticado: el banquillo. Ahora que parece que la etapa de Xavi Pascual en el Barcelona llega a su fin merece la pena darle un pequeño repaso.

Xavi Pascual
La estancia del de Gavá en el Barcelona puede dividirse en dos ciclos. El primero fue exitoso y produjo la consecución de diversos títulos. Desde el año 2008 hasta la temporada 2011-2012 el Barcelona ganó tres ligas ACB, dos Copas del Rey, una Euroliga y tres supercopas ACB. A partir de ese momento, la producción se viene abajo. De la 2012-2013 a la 2015-2016 que acaba de concluir, la cosecha ha sido mínima: una Liga ACB, una Copa del Rey y una Supercopa.

Por H o por B, el Barcelona ha tenido paciencia infinita con Xavi Pascual. Entrenador defensivo, pero defensivo de verdad, Pascual no parece haber evolucionado nada en el aspecto ofensivo y su teórico punto fuerte, la defensa, se ha venido abajo en momentos decisivos en las últimas temporadas. Del lado ofensivo del balón pareciera que Navarro en lugar de cumplir años los des-cumplía. Jugadas y jugadas diseñadas para un jugador que ya tiene 36 años, mientras otros jugadores aprovechables como Pau Ribas y Alex Abrines sucumbían al banquillo y al escaso protagonismo que el entrenador les otorgaba.  

Como he dicho antes, la cacareada defensa de Pascual también parece haberle abandonado. En los cuatro partidos que ha durado la última final de la Liga ACB, el Barcelona recibió 99-90-91 y 91 puntos. Materialmente imposible ganar así.

Con el cese de Pascual se abre una nueva ventana en el universo ACB. El Madrid realizará sus típicos reajustes veraniegos e intentará retener al mexicano Ayón, pieza clave y que parece estar, de momento, fuera del círculo de fieles al club. El Barcelona, con Jasikevicius (o Sito Alonso) al aparato deberá afrontar decisiones complicadas: el papel de Navarro, el protagonismo de los ya no tan jóvenes o si Tomic puede de una vez por todas convertirse en un ganador. Por detrás y deseando dar otro paso para convertirse en amenazas definitivas, Laboral Kutxa y Valencia Basket.

Amanece una nueva ACB. Saber quién la domina, será cuestión de tiempo.