lunes, 19 de mayo de 2014

San Antonio Spurs Vs. Oklahoma City Thunder

Kawhi Leonard Vs. Kevin Durant.
En su imparable progresión hasta ser un jugador clave en San Antonio Spurs, Kawhi Leonard se enfrentará a su mayor reto, el MVP de la liga, Kevin Durant. Kawhi ha demostrado ser un jugador de Playoffs y dio un paso más en la eliminatoria frente a Portland cuando los problemas físicos de Tony Parker apretaban. Se fue hasta los 17 puntos de media con un 56% de acierto en tiros de campo. Sin embargo está claro que donde más le va a necesitar Popovich es en la parcela defensiva para frenar a un jugador que llega absolutamente encendido después de dejar atrás a Tony Allen. KD dominó la serie de cabo a rabo con unos promedios de 33.2 puntos. Estratosférico.

Russell Westbrook.
Westbrook, Westbrook, Westbrook… ¿cielo o infierno esta vez Russell?  

Oklahoma sin Ibaka.
El escudero de las dos superestrellas se perderá el resto de los Playoffs por un problema en su gemelo izquierdo. Ibaka ha sido durante todo el año el ancla defensivo del equipo y una tercera opción muy fiable en el juego de ataque. Le iban a necesitar en ambos lados. No parece que haya ningún compañero que pueda asumir la responsabilidad ofensiva interior y tampoco parece que pueda haber alguien con la capacidad intimidatoria y para estar en todos los sitios que tiene Ibaka. La eliminatoria desde luego que se le ha puesto en chino a Oklahoma con su baja.

Un ejército contra una lanza de dos puntas.
Con la ya mencionada ausencia de Ibaka, OKC será más que nunca un arma de dos puntas, Kevin Durant y Russell Westbrook. El alero y el base hacen partidos milagrosos en el lado ofensivo noche tras noche pero parece poco probable que puedan soportar durante siete partidos el ritmo que es capaz de imponer San Antonio con 10 jugadores anotando. Los Spurs tienen a ocho jugadores promediando más de 7.5 puntos por partido. OKC apenas tiene tres después de quedarse sin Ibaka. ¿Quién ganará la guerra?  

Tiago Splitter.
Sus actuaciones contra Portland Trail Blazers fueron claves del lado defensivo al parar una y otra vez a un Lamarcus Aldridge que se antojaba imparable y la gran amenaza para los Spurs en las semifinales de Conferencia Oeste. Esta vez no tendrá un par tan potente enfrente pero su actuación defensiva se antoja vital ante jugadores tan peligrosos en la penetración como Westbrook y Durant.  

Predicción.
No podía ver en esta serie menos de siete partidos si Ibaka hubiera estado en la cancha porque Kevin Durant y Russell Westbrook tienen las suficientes aptitudes como para hacer frente al batallón organizado que suponen los Spurs y contaban con el hispano-congoleño para ejercer de ancla defensiva. Con su baja, Kevin Durant y Russell Westbrook quedan solos ante el peligro, ante demasiado peligro. La veteranía de San Antonio les mantendrá en buena sintonía y en el camino y pienso que el equipo de Popo se llevará la serie.


San Antonio en 5 partidos. 

viernes, 16 de mayo de 2014

Indiana Pacers Vs. Miami Heat.

Paul George Vs. LeBron James.
El duelo entre los duelos. ¿Está preparado Paul George para dar el siguiente paso y conquistar el reinado de la Conferencia Este? LeBron James es el jugador más completo de la liga y llega a las finales después de meter 49 puntos a Brooklyn y con la motivación de haber perdido su primer MVP a manos de Durant. Paul George querrá confirmar que está en la elite de la liga y plantarse en su primera final de la NBA. Ambos han sido terriblemente buenos en estos Playoffs y el duelo está servido.   

El factor Hibbert.
13 partidos de Playoffs. 8 victorias y 5 derrotas. 11.8 puntos, 5.7 rebotes y 47.2% de acierto en las alegrías. 3.2 puntos, 2.4 rebotes y 19% de acierto en las tristezas. Son los números de Roy Hibbert en estas series por el título de la NBA. Como el día y la noche. Indiana Pacers va a necesitar sin duda la mejor versión del gigante de 2.18, más cuando no parece claro que jugador puede frenarle de la plantilla de Miami. Después del profundo hoyo en el que se metió a finales de la temporada regular y en la serie contra Atlanta, parece que Roy va asomando la cabeza poco a poco. Ha mejorado tanto su nivel ofensivo como defensivo aunque a decir verdad no resultaba muy difícil. Necesitará dar la talla ante un equipo que se le da históricamente bien y que parece que le motiva. Factor determinante en esta serie la actitud de Hibbert.

Ray Allen.
El hombre de los tiros clave ha tenido luces y sombras en las dos rondas que ha superado Miami en estos Playoffs. Frente a los Bobcats solo fue una mera comparsa, promediando apenas 3.3 puntos y 20 minutos por partido. Pero Ray Allen entró en calor cuando debía y fue en la serie contra los Nets cuando se convirtió en jugador importante. Aumento sus números hasta 27 minutos por partido y 13 puntos  por noche. Indiana no es Charlotte y Miami va a necesitar una buena versión del veterano jugador saliendo desde el banquillo.   

¿Qué Indiana Pacers vamos a ver?
Doctor Jekyll y Míster Hyde. Indiana Pacers ha combinado en los últimos meses actuaciones desesperantes con brotes verdes a los que agarrarse. Los últimos dos partidos de su serie frente a Wizards han sido el ejemplo perfecto. En el game 5 dieron pena, en el sexto no dieron opción.  Por regla general han sido noticia más por razones extradeportivas (¡un saludo Dixie!) que por lo que hacían en la cancha donde en muchas ocasiones han estado lejos de parecer un equipo. Las peleas protagonizadas por Sthepenson con George Hill y Evan Turner, el cruce de espadas entre Roy Hibbert y Paul George… Haya pasado lo que haya pasado es el momento de jugar como un equipo y se espera que lo hagan.     

Predicción.
Creo (y deseo) que va a ser una serie larga. Indiana estará mucho más motivado que ante sus dos anteriores rivales porque es un equipo construido para vencer a Miami Heat. Además cuentan este año con el factor cancha a favor, lo que en una serie a largo plazo puede acabar siendo determinante. El problema para ellos es que enfrente se van a encontrar al mejor jugador de la liga que parece no haber calmado su sed con dos anillos y que querrá demostrar que él es el verdadero MVP.


Miami Heat en 6 partidos.   

lunes, 12 de mayo de 2014

El corazón de Chris Paul.

Cuarto partido de las Semifinales de la Conferencia Oeste entre Los Angeles Clippers y Oklahoma City Thunder con ventaja en la serie para OKC 2-1. Los Clippers, contra las cuerdas antes del partido parecen quedarse poco a poco sin opciones de igualar la serie porque la lanza de dos puntas que es OKC domina a placer. Russell Westbrook y Kevin Durant. Kevin Durant y Russell Westbrook. Ventaja de 15 en el último cuarto y la eliminatoria destinada a un 3-1 insalvable para el equipo de Doc Rivers. Hasta que alguien decide que puede secar al MVP de la liga. No es Matt Barnes ni Danny Granger. Es el gigante de 1.83 de altura Chris Paul. Han leído bien, gigante. Se cuentan con los dedos de la mano los casos de jugadores en los que el tamaño de su valentía es superior a todo. El caso de CP3 es el ejemplo más claro. Ayer no se movían sus brazos, se movía su corazón. Ayer no eran sus piernas las que corrían detrás de Kevin Durant, era su corazón.

El chico que se propuso ayer frenar a Durant con éxito, consiguió años atrás honrar a su fallecido abuelo con 61 puntos (la misma edad con la que había muerto su querido abuelo). Metió 61, fallando un último tiro libre aposta para no estropear su precioso homenaje. Los que su corazón quería. Ni uno más ni uno menos. Los hechos nos hablan pues de un jugador descomunal en lo emocional que ofrece su corazón en cada juego sin importarle si delante tiene al mismisimo Dwight Howard (el que molaba, el de la época de Orlando). Su enfrentamiento con Pau Gasol por tocarle la cabeza habla de un jugador sin más estatura que la de su corazón y que así quiere que se le trate. Su juego es la máxima expresión del esfuerzo y del talento. Un jugador que anota, asiste, rebotea y defiende. Un base 2.0. 

Chris Paul nos malacostumbró, cada día lo tengo más claro. Sus actuaciones heroicas un día sí y otro también cuando vestía los preciosos colores de New Orleans Hornets no deberían caer jamás en el olvido pero tampoco nos deberían cegar para valorar en su justa medida lo que hace ahora. Chris Paul lleva siendo el mejor base de la NBA seis años y lo peor de todo es que lo seguimos discutiendo. En su paso por los Hornets convirtió partidos extraños (por increíbles) en habituales aunque solo él fuera capaz de hacerlos. Partidos en los que lo normal era 30 puntos, 15 asistencias y 5 robos. Noche tras noche. El líder natural que es CP3 mantuvo a flote una franquicia azotada brutal y cruelmente por el huracán Katrina que ni siquiera pudo jugar en su propio pabellón más allá de tres partidos. La mudanza a Oklahoma, que cosas tiene la vida, no ocultó que el chico sería grande. El primer año se llevó el Rookie of the Year y al tercero consiguió meter a los Hornets en Playoffs en una temporada memorable a la que solo los Spurs pusieron fin. En sus primeros Playoffs dio auténticas exhibiciones inenarrables en un artículo. Merece la pena verlas. Como siempre nos quedaran los números, ahí  van: 25 puntos, 11 asistencias, más de 2 robos y un 50% en tiros de campo. Fue sin duda su punto álgido en su primera franquicia NBA.

Su paso a los Clippers supuso muchas cosas tanto para él como para la liga y vino precedido de un traspaso fallido a los Lakers, anulado por “razones baloncestísticas”. Los Clippers, equipo poco querido donde los haya le hicieron recoger un papel de antihéroe que probablemente no merecía. De salvador (en el amplio sentido de la palabra) de una franquicia y unos aficionados que habían sufrido uno de los peores desastres naturales de la historia de los Estados Unidos a una de las caras visibles de un equipo perdedor y odiado que no despertaba ningún tipo de simpatía. Se encontró en un equipo que además no requería de un milagro continuo de Chris Paul para ganar sus partidos. Y se encontró por último con el crecimiento de una estrella llamada Blake Griffin. En resumen, bajaron sus números y disminuyeron sus milagros. Sobrevivió su efectividad y siguió reinando su corazón. Larga vida para CP3. El mejor base de la liga.

            

jueves, 8 de mayo de 2014

Klay y Stephen, ¿la mejor pareja tiradora de la historia?

Tengo 21 años y llevo algo más de una década siguiendo y viendo NBA. He crecido baloncestísticamente con Kobe y no con Jordan. Con O´Neal y no con Olajuwon. Con los Kings de Adelman o con los  Suns de D´Antoni. Mis primeros recuerdos de un gran tirador son de Stojakovic. Desgraciadamente no conozco ni la mitad de la historia de la NBA pero últimamente me ando y me andan convenciendo de algo que voy a exponer de momento en forma de pregunta: ¿son Klay Thompson y Stephen Curry la pareja de tiradores más elegantes y letales que han coincidido nunca en un mismo equipo? El escolta y el base titulares de Golden State Warriors han convertido en un arte la acción de tirar desde detrás de la línea. De todas las formas imaginadas e inimaginables ellos se levantan, disparan y la mayoría de las veces anotan.

Son como Zipi y Zape. Sobre Klay Thompson, el menos reconocido de la pareja ya escribí: “Levanta sus 201 centímetros de altura en absoluta extensión, sin ninguna duda que agarrote su cuerpo. No duden, si está solo es canasta”. Ver un tiro a cámara lenta de Klay Thompson es como si el espíritu santo te viniese a ver. La posición de su cuerpo es perfecta, en completa extensión mirando a su objetivo, la canasta. Sus brazos en posición y sus dedos gordos dibujando la L perfecta en el balón. La que enseñan en las escuelas. La que fabrica tiradores letales amen de horas y horas de práctica. Y para acabar la manita tonta que es el preludio del sonido de la red. Técnicamente en mi opinión  tiene el  tiro más puro que jamás he visto. Y los números refrendan que, además de elegante, es un excelente tirador:
  •      Klay Thompson tiene un 41% de acierto desde la línea de tres puntos en sus tres primeras campañas en la NBA.
  •      Es el jugador que más pronto ha llegado a los 500 triples en su carrera en la NBA (500 en 214 partidos).
  •      En sus tres primeras temporadas no ha parado de crecer en ese aspecto: 111 triples en la primera temporada, 211 en la segunda y 223 en la tercera.    

Y si el uno es Zipi, el otro es Zape. ¿Qué no se ha escrito de Stephen Curry? El chico de oro. El asesino con cara de niño. El jugador que puede meter el balón desde cualquier sitio de la cancha. Un chico que algún día pareció tener los tobillos de cristal y que hoy parece recubierto de oro macizo. Empecemos con los números esta vez:
  •        Stephen Curry ha metido 905 triples en su carrera.
  •        Tiene un 44% de acierto en sus cinco temporadas en la NBA y jamás ha bajado del 42% en toda su carrera.
  •        Tiene el record triples en una temporada.
  •        Es el único jugador que ha conseguido al menos 250 triples en temporadas consecutivas.

Un aluvión de récords y estadísticas que ni siquiera pueden hacer justicia a la clase de tirador que el genio de los Warriors es. Un tirador estratosférico que lanza con la misma facilidad al contraataque, después de salir de bloqueos o en la esquina cayéndose. Él se levanta con confianza de que el resultado va a ser muchas veces positivo. El arco perfecto pase lo que pase ante él. A Curry le podría caer Hibbert encima y su lanzamiento  seguiría rozando el cielo y bajando con nieve. Stephen Curry danza por la pista suave, sin hacer ruido salvo cuando acoge el balón en sus manos. Como cuando metió 54 en el Garden o cinco triples en el primer cuarto en partido de Playoffs ante los Clippers. Cada año mejor. Cada año más imparable. Curry ha crecido de la mano de Mark Jackson al que tenía en alta estima así que habrá que ver como sigue su crecimiento ya sin el ex jugador a los mandos de la franquicia de Oakland.   
        

Después de esta recopilación de datos y sensaciones solo me queda volver a hacer la pregunta: ¿son Klay Thompson y Stephen Curry la pareja de tiradores más elegantes y letales que han coincidido nunca en un mismo equipo? Yo digo sí.