15 de junio de 2014. San Antonio Spurs levanta el título de
campeón de la NBA después de vencer el quinto partido de las finales frente a
su verdugo del año anterior, Miami Heat y su superestrella LeBron James. En
verano, LeBron toma la decisión de regresar a casa. Ello supone un terremoto en
la Conferencia Este que completaría la llegada a Cleveland de Kevin Love. San
Antonio Spurs mientras, se mantiene otro verano más en calma, conocedores de que el trabajo ya estaba hecho
y que el único objetivo debía ser estirar el chicle un año más, mantenerse
sanos para volver a aspirar a otro
anillo. Dos veranos diametralmente opuestos vivieron los protagonistas de este
artículo. Cleveland Cavaliers vivía una temporada baja llena de emociones y se
convertía, aún con las reservas necesarias de un nuevo proyecto, en candidato
absoluto al triunfo final. San Antonio ya lo era y solo debía recargar las baterías
de cuerpos veteranos como Tim Duncan, Tony Parker o Manu Ginobili.
Con estas sensaciones llegaba el inicio de la temporada
2014-2015 y como siempre los analistas y aficionados se lanzaron a la aventura
de descifrar y adivinar el posible campeón. Por supuesto, los Cavs y los Spurs
dominaban las quinielas. ¿Y cuántas de ellas hubo de encontrar la basura rotas
a mediados de enero? Se debieron de contar por millones. El inicio de los Cavs
había sido como el bebé que comienza a andar. Pasos y caídas. Pasos y caídas.
El 13 de enero el record de Cleveland mostraba un proyecto inacabado y LeBron
era claro: “es imposible ganar así”. 19-20 y muchas dudas sobre el papel
de dos de los componentes de Big Three, Kevin Love y Kyrie Irving. Muchísimas
más sobre el resto de complementos. A la misma fecha la situación en el equipo
de Popovich no era tan complicada pues el record (23-16), era decente pero las
sensaciones (dudas, lesiones, competitividad en el salvaje Oeste), hacían añorar
al equipo que había maravillado apenas unos meses atrás.
Por esas fechas Atlanta Hawks y Golden State dominaban la
liga con puño de hierro e hilaban increíbles rachas de victorias. Parecía que
un cambio de tendencia se avecinaba en la NBA. San Antonio era absorbido por la
frescura de Curry, la solvencia de Marc Gasol, el instinto asesino de Harden o
la profundidad de los Clippers. En el Este todo eran alabanzas para los Hawks y
su espectacular forma de jugar. El apelativo de “Los nuevos Spurs” era pues una amenaza tanto para la franquicia de
San Antonio como para los Cavs. Incluso plantillas jóvenes como Wizards y
Raptors o reforzadas como la de los Bulls parecían más candidatas a llegar lejos
en las series por el título. Pero cercanas ya esas mismas series parece que
todo ha cambiado.
A mediados de abril Cleveland Cavaliers y San Antonio Spurs
vuelven a lucir como máximos candidatos al anillo. Todos años la misma
historia. ¿Se va a caer San Antonio Spurs? ¿SE VA A CAER SAN ANTONIO SPURS? Tal
vez esta temporada parecía la más indicada para que eso sucediera. Después de
un anillo y con problemas de lesiones
para empezar la temporada no eran pocos los que apostaban que está vez los
Spurs no iban a llegar. Error. Una y otra vez error. Desde el 27 de febrero han
conseguido un record de 19-3 pero lo más impresionante y lo que ha debido de
asustar a los rivales han sido las sensaciones. Spurs tiene en su mano una
racha de nueve victorias consecutivas en las que no han conocido un resultado
que no superara la decena de puntos de diferencia. Asustan otro año más con un
Kawhi Leonard al que ya no se puede considerar otra cosa que estrella de la
liga y con un colectivo que jamás falla en los momentos decisivos. Los Spurs
son en la actualidad y con mayúsculas, el equipo que nadie quiere ver en
Playoffs y tienen opciones incluso de acabar segundos en la Conferencia Oeste.
Los Cavaliers han vivido una aventura semejante pero muy
diferente a la vez. Convencidos por los resultados de que los cambios del
verano no habían sido suficientes para construir una plantilla al nivel de las
mejores, los traspasos entraron en escena. Mozgov llegó desde Denver como la
presencia interior que necesitaban y J.R. Smith e Iman Shumpert reforzaban un perímetro
que se quedaba algo corto. A partir de ahí y con el ingrediente necesario del
paso de los partidos para que Blatt conjuntase a todo el equipo, los Cavs han
volado por encima del radar pero han sido impresionantes. Desde el 15 de enero
han establecido una marca de 32 victorias y solo 7 derrotas. Así que después de
leer teorías sobre el supuesto bajón físico de LeBron o de comprobar que Kevin
Love se ha convertido casi en única y exclusivamente un tirador de tres, los Cavs parecen la
opción más segura para llegar a las finales de la NBA, incluso por encima de
Atlanta Hawks.
Los San Antonio Spurs de todos y los Cleveland Cavaliers de
LeBron James, Kevin Love y Kyrie Irving. Dos equipos opuestos pero a los que
les une una historia y la ilusión de un anillo. El primero para LeBron James en
Cleveland coronando su vuelta como tal vez se merezca o el quinto de los Spurs para
redondear la historia de un equipo que jamás tendrá comparación.
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