En el deporte profesional, y especialmente en una
competición como la NBA donde hay 30 franquicias al acecho de un título, la
oportunidad de vencer puede escaparse de los dedos tan fácilmente como ha venido. Si tienes una posibilidad de alzar el
título, aprovéchala porque nunca sabes cuándo va a regresar. Los Clippers
llevan años buscando esa temporada en la que convertirse en algo más que un
aspirante. Y tal vez su año haya llegado. La madurez deportiva de Chris Paul y
Blake Griffin, el crecimiento defensivo de la bestia DeAndre Jordan, el fondo
de armario y la presencia de un entrenador como Doc Rivers son factores que
refuerzan de alguna u otra manera esa teoría. El equipo de Los Ángeles ha ganado
16 partidos de los 23 que ha disputado después del All- Star y ha presentado su
candidatura pero, ¿son realmente candidatos al anillo los Clippers?
No voy a descubriros América: a poca gente le agradan los Clippers.
Los aficionados de los equipos rivales les acusan de floppers y sucios y los
jugadores a los que se enfrentan disfrutan viéndoles derrotados. Por eso nadie
ha sentido mucha pena viendo frustrados los sueños de la franquicia de algo
grande en los pasados años. Su experiencia en las últimas temporadas ha sido
dura en cuanto a Playoffs se refiere. En la temporada 2011-2012, la primera con
CP3 a los mandos vencieron a los Grizzlies en la primera ronda pero cayeron sin
respuesta contra San Antonio. Al año siguiente Memphis Grizzlies se cobraría
venganza en primera ronda y la temporada pasada eran los Clippers los que les
apeaban en segunda ronda.
Entonces, si los sueños de la franquicia no se han visto
cumplidos en los últimos años, ¿Qué empuja a ser optimistas con estos Clippers?
Son varias las razones. La primera de todas, por supuesto, Chris Paul.
Acostumbrados como estamos a sus más que buenas temporadas, Chris Paul ha
pasado a engrosar el listado de jugadores que están haciendo un muy buen año
pero que no reciben el reconocimiento que deberían. Con 29 años parece en el
momento álgido de su carrera en cuanto a madurez y físico se refiere: no se ha
perdido aún ni un partido en lo que llevamos de curso, estadística muy reseñable
para una carrera a veces lastrada por problemas físicos. Pero es hora de que
responda donde ha fallado en ciertas ocasiones: las series por el título. Veremos
si puede llevar al equipo al título.
Blake Griffin. Recuerdo cuando me decidí a escribir sobre
él, hace ahora casi 3 años. ¿Cuánto ha cambiado y cuantas nuevas armas ha
añadido a su juego desde ese momento? Incontables. De hecho, aquel artículo
basaba la crítica en dos airball seguidos desde la línea de tiros libres. Este
año está cerca de un 72% de acierto, aceptable para él. Acompañando esta mejora
nos encontramos con su radio de tiro. No ha dejado de ser un destructor de aros
pero puede salir a anotar y a hacer daño desde la larga distancia. Es ese paso
adelante el que empuja a pensar en unos Clippers candidatos a todo. Cuenta
además con una bestia a su lado. Una autentica bestia.
DeAndre Jordan. La defensa de la zona pintada que hace el
jugador de Houston es simplemente espectacular. En la Conferencia Oeste es muy
importante contar con la figura del rim protector, tanto para dominar el rebote
como para molestar y a ser posible taponar a los penetradores feroces cuyos
ejemplos tenemos a decenas en el Oeste. La amenaza del Hack- A- DeAndre parece
que va a estar ahí de por vida pero lo que está claro es que Doc Rivers cuenta
con un feroz defensor y un bestial matador al que lanzar balones por encima del
aro.
El fondo de armario. Esta cuestión no es menor. Los Clippers
acabaron por fin con la cuestión de los pivots suplentes. Llegó a ser DeAndre
Jordan, Blake Griffin y después la nada. Bueno, Reggie Evans. Ahora Glen Davis
y Spencer Hawes, sin ser nada del otro mundo, le dan otro color al banquillo
angelino. Matt Barnes, Jamal Crawford, Hedo Turkoglu y J.J. Redick dan a los
Clippers una experiencia en las posiciones exteriores muy importante y
necesaria en los Playoffs y Austin Rivers le pone el toque picante a la mezcla.
Pero en definitiva unos escuderos y una segunda unidad que no peinan canas pero
las intuyen. Es por eso que tal vez deba ser este el año de los Clippers o no
lo será nunca.
Además cuentan con el factor Doc Rivers. Tener un entrenador
reputado y con experiencia en los Playoffs puede ser la diferencia entre una
victoria o una derrota. El anillo conseguido en los Celtics le avala. Los
entrenadores también pierden y ganan partidos y eso en una serie de Playoffs
hace una gran diferencia.
¿Y que nos puede frenar a la hora de coronar a los Clippers
como máximo candidato al título? Lo primero la dureza del Oeste. El equipo del Oeste
que quiera representar a la conferencia en las finales por el anillo deberá
superar con total seguridad tres series complicadas. A falta de discernir el
último puesto, los Clippers se verán acompañados en su brutal viaje por
Warriors, Rockets, Grizzlies, Spurs, Mavs y Blazers. Abróchense los cinturones
porque vienen curvas. Otra cosa que nos puede echar para atrás es que los
Clippers nunca han demostrado tener un gen ganador. Jamás ha superado la
franquicia las semifinales de conferencia por lo que puede ser complicado
imaginar un viaje directo hacia el anillo. Sea como sea, estamos a punto de
descubrir si los Clippers pueden plantar cara a las grandes potencias y pueden
luchar por su primer título.
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