Dwight Howard tuvo en su temporada rookie el mejor porcentaje de tiros libres de su carrera, carrera que va camino de terminar su novena temporada, cosa que no habla muy bien de su ética de trabajo. Que un jugador que tiene la oportunidad de ir tantas veces a la línea de tiros libres porque absorbe todo el juego del equipo no supere el 60% de acierto desde la línea en las últimas 8 temporadas (mención especial para su paupérrimo 49% esta temporada) habla sin duda de problemas a la hora de trabajar, de ponerse la meta de mejorar esa faceta del juego. Quien sabe si dejándose llevar por la estrella mediática que es, Howard ha visto interrumpida su progresión como jugador entre shows y programas de televisión.
Por cierto simpáticas apariciones en programas de televisión
(sin ir más lejos El hormiguero). También espectaculares (mas casi por el show)
comparecencias en concursos de mates, declaraciones fuera de lugar… Howard
parece haber madurado solo físicamente en el tiempo que lleva en la liga. Físico
privilegiado que le sirve para dominar el puesto de pívot, dominación que solo
es capaz de poner en duda de vez en cuando Bynum. Pero fuera de la cancha sigue
siendo un niño, un poco grande bien es cierto, pero un niño. Sus fundamentos
baloncestisticos no han sufrido un cambio lo suficientemente significativo para
poder empezar a compararle con los mejores de la historia, algo que por físico podría
llegar a suceder perfectamente. Su dominio en la defensiva y en el rebote
indica lo bien que pueda llegar a utilizar su potencia física.
Bien es cierto que Howard ha vuelto a poner a los Magic en
el mapa después de una travesía por el desierto pero eso no le convierte automáticamente
en el dueño del equipo, algo que parece no entender el de Atlanta. Ahora me
quiero ir, ahora renuevo un año pero Van Gundy no nos vuelve a entrenar. Eso
si, cuando llega el momento soy capaz hasta de darle un abrazo delante de la
prensa al entrenador al que acabo de pedir que despidan. Luego lo niego todo a
la prensa. Todo esta ok. Esa ha sido básicamente la fluctuación de pensamientos
y actuaciones de Howard en los últimos tiempos. Y claro, los Magic abandonados
al mandato ficticio de Dwight viven en un continuo sube y baja y gran parte de
culpa es de Howard y sus caprichos.
Veremos como acaba esta historia. Parece que Howard no
jugara más esta temporada y que Van Gundy no seguirá la siguiente. Mientras,
los aficionados de los Magic esperan una respuesta a tantas preguntas como son
capaces de encontrar. Que no son pocas.
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