El deporte desde mi punto de vista. De todo (baloncesto, ciclismo, fútbol, football, tenis...) para quien lo quiera disfrutar.
miércoles, 30 de mayo de 2012
San Antonio Spurs o como ser EL EQUIPO.
Mientras San Antonio Spurs ponía el 2-0 en su ya encarrilado
camino hacia las finales de la NBA, Ricky Rubio colgaba este mensaje en la red
de Twitter: Dictionary: Team; San
Antonio Spurs... OMG! Y razón no le falta, San Antonio Spurs ha demostrado
sobradamente ser el equipo con mayúsculas de estas series por el titulo. Dos
barridas en primera y segunda ronda ante Utah y Los Ángeles Clippers y unas
finales del Oeste que marchan 2-0 a su favor (amén de ya 20 triunfos seguidos),
pero sobretodo la sensación de que lo hacen juntos, de que disfrutan golpeando
lenta pero constantemente a los rivales como aquel boxeador que sabe que su
mayor virtud esta en su fondo, en este caso no físico pero si de armario por la
tremenda rotación que tienen. También dejan la sensación de que si un día no es
un uno es otro, de que si no es Parker será Duncan, de que si no es Duncan será
Ginobilli y de que si no es Ginobilli será el equipo.
Y a los mandos de esta maravilla de equipo esta una
maravilla de entrenador, no iba a ser menos. El maestro Popovich, en mi opinión
muchas veces subestimado como entrenador (no ahora, pero si en un pasado no muy
lejano) que ha llevado de maravilla al equipo durante toda la temporada,
enfocado en lo que realmente le importaba a él y por ende a sus chicos, el
anillo. No le ha importado entregar partidos si a Tim Duncan, Manu Ginobilli o
Tony Parker les tocaba descansar, antes la salud y el futuro que un partido
poco trascendente de temporada regular (más si llevas 11 victorias
consecutivas). También ha sido capaz de mantener en sintonía a jugadores no tan
utilizados pero entregados a la causa, entregados en cuerpo y mente a la misión
que su maestro les ha encomendado. Mención aparte el trabajo en los despachos.
Nunca es difícil encontrar jugadores aprovechables en mitad de la temporada, la
gerencia de San Antonio no solo encontró uno, sino dos (Boris Diaw y Stephen
Jackson).
A nadie se le escapa que estamos viviendo los últimos años
de juego de Tim Duncan, para muchos el mejor ala-pívot de la historia. 4
anillos y 5 premios a mejor jugador sumando los de Regular Season y los de las
finales de la NBA le contemplan y le convierten automáticamente en leyenda. Pionero
por clase, por conceptos de juego y por fidelidad a un equipo que le ha dado
tanto o mas como él les ha dado para mi su mayor logro no son sus cuatro
anillos y otros premios. Su mayor logro, tuvo lugar nada más llegar a San
Antonio Spurs como Rookie, cuando convirtió al equipo en suyo aún con la
presencia de uno de los mejores pivots de la historia, el Almirante David
Robinson. La asociación de estos dos gigantes les dio a los Spurs dos anillos
antes de la retirada de Robinson.
Y Manu Ginobilli y Tony Parker, que decir de ellos. Dos foráneos
que parecen de Texas. Uno por garra y clase y el otro por inteligencia y
calidad son historia viva de la franquicia. Pero detrás de ellos tres la lista
es larga, jugadores a los que Popovich maneja perfectamente, a los que sabe
implicar en ataque y defensa, en una final de Conferencia Oeste y en un partido
de liga regular. Splitter, Diaw, Blair, Dany Green, el rookie Leonard, Jackson…
todos jugadores clave en la rotación. La justa recompensa al juego colectivo de
San Antonio esta temporada es el anillo. Para ello tendrán que romper la maldición
del año par (1999, 2003, 2005 y 2007 sus anillos) y repetir en año de lock-out,
nada imposible para el maestro Popovich y su mas que afinada orquesta.
viernes, 18 de mayo de 2012
La importancia del hombre grande.
Viendo el tercer partido de la serie Miami Heat vs. Indiana
Pacers me preguntaba cuan importante es contar en la pintura con un pívot con centímetros,
que domine el juego en la defensa y que lo haga también en el ataque bien
tomando el mismo la responsabilidad o bien abriendo huecos para que la tomen
sus afortunados compañeros. Pero no solo pensé en la importancia que tiene para
un equipo su hombre grande en juegos eventuales, sino en el papel que puede
desempeñar a la hora de hacerse con el anillo de campeón.
Y la trascendencia que puede tener un hombre grande asusta, no tanto a mí, si no a los fieles seguidores de los Heat que vienen soportando minutos en pista de Pittman, Joel Anthony o Turiaf. Y lo peor, no minutos testimoniales, de los de la basura, sino una cantidad importante de minutos, mucho mas aún con la lesión de Bosh. Para Roy Hibbert esta siendo como un juego de niños, un mini-basket en las mejores canchas del mundo. Pero volvamos al tema principal de este artículo, que es la importancia de los hombres grandes en la consecución de un anillo. A nadie se le escapa que el año pasado, sin Tyson Chandler, Dallas Mavericks no hubiese llegado tan lejos como donde llego. He aquí la primera clase de pívot, alto, grande, poderoso, con facilidad para rebotear y del que sus compañeros saben que siempre va a estar ahí, molestando un tiro o poniendo un tapón cuando ellos sufran en la marca. Desgraciadamente para Miami no existe en su roster un jugador de su tipo. No solo Roy Hibbert ha estado aprovechándose de la mala defensa de la pintura realizada por Miami, sino que han sido habituales canastas fáciles dentro precedidas por una penetración del exterior. Igual que Tyson Chandler, nombres que me vienen a la cabeza, por ejemplo el de Ben Wallace, jugador defensivo del año en temporadas consecutivas, uno de los pivots mas bajos de la historia pero un autentico guerrero que derrochaba energía en las canchas. Él fue pieza clave no, lo siguiente en el titulo de los Pistons en 2004.
Lo que esta claro es que ganar un anillo sin un buen pívot es tarea difícil o casi imposible. Miami sufre la planificación de una plantilla que después de los tres amigos parece un solar. Ver a LeBron jugando de ala-pívot deja aún mas a las claras que, en verano, no se le dio demasiada importancia a la pintura. Y en Playoffs donde todos van a la guerra con el cuchillo entre los dientes para matar al rival necesitas a alguien que, o bien te aparte a los guerrilleros o bien sea capaz de dominarlos con su juego de ataque. Pittman, Joel Anthony, Ronny Turiaf, eso es lo que no vale en tiempo de Playoffs.
Y la trascendencia que puede tener un hombre grande asusta, no tanto a mí, si no a los fieles seguidores de los Heat que vienen soportando minutos en pista de Pittman, Joel Anthony o Turiaf. Y lo peor, no minutos testimoniales, de los de la basura, sino una cantidad importante de minutos, mucho mas aún con la lesión de Bosh. Para Roy Hibbert esta siendo como un juego de niños, un mini-basket en las mejores canchas del mundo. Pero volvamos al tema principal de este artículo, que es la importancia de los hombres grandes en la consecución de un anillo. A nadie se le escapa que el año pasado, sin Tyson Chandler, Dallas Mavericks no hubiese llegado tan lejos como donde llego. He aquí la primera clase de pívot, alto, grande, poderoso, con facilidad para rebotear y del que sus compañeros saben que siempre va a estar ahí, molestando un tiro o poniendo un tapón cuando ellos sufran en la marca. Desgraciadamente para Miami no existe en su roster un jugador de su tipo. No solo Roy Hibbert ha estado aprovechándose de la mala defensa de la pintura realizada por Miami, sino que han sido habituales canastas fáciles dentro precedidas por una penetración del exterior. Igual que Tyson Chandler, nombres que me vienen a la cabeza, por ejemplo el de Ben Wallace, jugador defensivo del año en temporadas consecutivas, uno de los pivots mas bajos de la historia pero un autentico guerrero que derrochaba energía en las canchas. Él fue pieza clave no, lo siguiente en el titulo de los Pistons en 2004.
En el otro lado, un grandote mas agresivo, mas dominador
pondremos a O´Neal (hay ciertamente muchos ejemplos, simplemente es por elegir
uno de los mas recientes). Un jugador que te pueda marcar la diferencia en
ataque desde la pintura. Anotar él, hacer que las defensas se cierren y buscar
tiros más fáciles para sus compañeros. No tengo duda de que si a Wade se le
preguntase con quien tiraba mas cómodo si con O´Neal o con Joel Anthony se
quedaba con Shaq, simple cuestión de llamar la atención de las defensas y eso
que Big Cactus ya llego algo tocado a Florida. Desgraciadamente para Miami,
tampoco hay en la plantilla un jugador de las características de O´Neal, ni tan
siquiera parecidas. Y el jugador que podía atraer un poco las defensas con su
juego interior, Bosh, no sabemos si será capaz de llegar a participar más en
esta serie. Por lo tanto el tiro de Miami sufre (ver porcentaje sin Bosh y con
Bosh), los porcentajes bajan, la confianza desaparece y los nervios florecen,
buena muestra lo que le sucedió ayer a Wade
Lo que esta claro es que ganar un anillo sin un buen pívot es tarea difícil o casi imposible. Miami sufre la planificación de una plantilla que después de los tres amigos parece un solar. Ver a LeBron jugando de ala-pívot deja aún mas a las claras que, en verano, no se le dio demasiada importancia a la pintura. Y en Playoffs donde todos van a la guerra con el cuchillo entre los dientes para matar al rival necesitas a alguien que, o bien te aparte a los guerrilleros o bien sea capaz de dominarlos con su juego de ataque. Pittman, Joel Anthony, Ronny Turiaf, eso es lo que no vale en tiempo de Playoffs.
domingo, 13 de mayo de 2012
El futuro de una bestia.
Primero pongámonos en situación. Staples Center, uno de los santuarios del baloncesto NBA, se enfrentan en partido de Liga Regular Los Ángeles Clippers y los Atlanta Hawks. Quedan en el reloj 5:45 para llegar al descanso y Blake Griffin se dirige a la línea de tiros libres. Va con el primero. Bota, flexiona piernas y lanza. También grita, justo cuando el balón sale de sus manos, como si se imaginara lo que iba a pasar. Su primer lanzamiento no toca ni tan siquiera aro, simplemente roza la red por fuera. Airball. Va con el segundo, mismo procedimiento y desgraciadamente para él mismo resultado, incluso peor. Esta vez no grita, flexiona su cabeza hacia atrás y se lamenta. Acaba de hacer un ridículo espantoso delante de su público. No era la primera vez que le pasaba. A bote pronto ha realizado airballs en tiros libres contra San Antonio, Portland o Utah. Su porcentaje en tiros libres es bastante malo (exactamente un 52% esta temporada) por ser generosos, pero dos airballs consecutivos es un espectáculo horroroso.
Su tiro en juego a media distancia también deja mucho que
desear, eso cuando se atreve a lanzarlo. Habitual es ya ver a sus defensores flotándole
(sin ir mas lejos en el partido 5 contra Memphis se lesiono por tener que ir a
buscar la penetración ante la flotación descarada de Marc Gasol que le
provocaba para que tirase). Su juego de espaldas a canasta es al menos igual de
limitado que su tiro, y la sensación al verle botar el balón en carrera es que
en cualquier momento el se escapara por la línea de banda. Eso quiere decir que
las amenazas ofensivas de Blake Griffin quedan limitadas siempre a su potente
juego físico todavía mas potenciado por la capacidad de Chris Paul para lanzar
pases fantásticos a los que solo Blake puede llegar, y también para correr el
contraataque.
Pero, ¿Qué posibilidades tiene de permanecer como una
estrella en una liga tan competitiva como la NBA un jugador que tiene un tiro
tan nefasto, amen de otras limitaciones ofensivas importantes? Obviamente, como
he mencionado antes a nadie se le escapan las capacidades físicas de Blake
Griffin. Con 23 años es lo que vulgarmente podríamos llamar una autentica
bestia. Salta, machaca, coge rebotes y además siendo el líder de su equipo.
Pero, el físico es lo que primero nota la cantidad de partidos jugados
temporada tras temporada, y mas si eres un jugador que lo empleas
constantemente. Aparecen lesiones, golpes, problemas que pueden aparecer
constantemente a lo largo de su carrera. Así que Blake Griffin debe de planteárselo
seriamente de cara al futuro, o al menos alguien debe hacer que se lo plantee. Por
su bien, debería empezar a mejorar el tiro, porque su juego físico se vería
tremendamente potenciado teniendo también la amenaza de un tiro a media o larga
distancia.
Nadie duda que Blake Griffin sea en la actualidad una
superestrella en la NBA (sus promedios son espectaculares en puntos y rebotes).
Pero si con 30 años pretende seguir siendo una superestrella debería empezar a
trabajar conceptos ofensivos de una manera minuciosa. Lo mejor para él es que
tiene mucho tiempo para hacerlo ya que apenas tiene 23 años. Esperemos que también
tenga ganas, si no la pesadilla del partido contra Atlanta tristemente se
repetirá más de una vez.
viernes, 4 de mayo de 2012
El olvidado Tony Allen.
Leía hace unos días a Tony Allen (ya en su octava temporada
en la NBA) en una entrevista postularse para jugador defensivo del año. Esgrimía
que él, cada noche tiene que enfrentarse con los jugadores con más talento
ofensivo de toda la NBA, cosa que no tienen que hacer jugadores como Tyson
Chandler quien finalmente se llevo el galardón a defensivo del año o Serge
Ibaka. Y ciertamente pocos jugadores se enfrentan con tanto éxito como Tony
Allen a Kevin Durant, Kobe Bryant o Manu Ginobilli. Jugadores de condiciones físicas
diferentes a los que Tony Allen es capaz de “frenar”. Solo la injusta tendencia
a entregar siempre el galardón defensivo a un hombre grande hace comprensible
que Allen ni siquiera haya sido mencionado en muchas quinielas para ganar el
premio. El de Illinois es todo corazón e intensidad en cada partido, algo que
contagia al equipo.
Es uno de esos jugadores que todo entrenador quiere tener en
su equipo. Ya en los Celtics, tras ser elegido en el puesto número 24 se convirtió
en pieza clave de los Celtics anteriores al Big Four (Paul Pierce, Ray Allen,
Kevin Garnett, Rajon Rondo) y mantuvo un papel importante de especialista
defensivo cuando llegaron Garnett y Allen para conseguir su hasta ahora único
anillo en el año 2008 en una final de infausto recuerdo para Pau Gasol. Por coincidir su llegada a los Grizzlies con
el crecimiento de jugadores que llaman más la atención como Marc Gasol, Rudy
Gay u OJ Mayo no se le ha dado mucha importancia al papel que juega en el
equipo pero en el sistema defensivo de Memphis él es pieza clave y una de las
razones por las que los Grizzlies acabaron como la sexta mejor defensa de la
liga.
Eso si, su carácter siempre ha dejado dudas. Muchas veces no
ha sabido encauzar esa intensidad y ese espíritu que posee. Por ejemplo la
grave lesión en la rodilla que se produjo en su etapa en los Celtics fue
producto de la mala suerte, pero reseñable es que se produjo en una acción
innecesaria, intentando hacer un mate cuando la falta a favor estaba pitada. Aun
así, cierto mérito se le debe dar a la recuperación de esa rodilla lesionada.
Seguro que el ímpetu que le pone en la cancha se lo puso también en la recuperación.
Otro de los problemas sonados se produjo el año pasado, cuando ya vestía la
camiseta de Memphis tuvo también problemas con O.J Mayo en una discusión/pelea
por dinero de una partida de cartas en el avión del equipo. Aún así, parece que
últimamente enfoca todas sus ganas al juego, cosa que agradece tanto el como su
equipo.
Pero Tony Allen se ha convertido en alguien que conoce sus
cualidades y sus limitaciones, de lo mejor que se puede decir de un jugador. No
es un tipo que sea amenaza desde la larga distancia, pero ha desarrollado un
fiable tiro desde la media distancia que aunque no prodiga mucho siempre ronda
el 50%. Y su defensa solo parece dar pasos hacia delante en intensidad y en
fundamentos. Además, ahora luce compañerismo (paga multas al equipo cada vez
que falla una bandeja en una medida impuesta por Marc) y buen humor (ver su
cuenta twitter @aa000G9).
Pongámoslo así, no se vosotros, pero yo siempre querría tenerle en mi equipo.
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