martes, 3 de marzo de 2015

La temporada más dura de KD

Decepción a nivel grupal e individual

Después de alzar el premio de MVP de la temporada 2013-2014, Kevin Durant enfrentaba un verano con un reto mayúsculo: ser el referente del Team USA que viajaría hasta España para disputar el Mundial de baloncesto 2014. Pero después de un cúmulo de situaciones (la lesión de Paul George, contratos…) Kevin Durant descartaba su presencia en la cita mundialista para prepararse con todas las de la ley de cara a la nueva temporada. Sin embargo, una inoportuna lesión le apartaba del primer mes de competición. Las cosas empezaban a torcerse antes de empezar. Un oscuro presagio. Luego encadenaría 9 presencias consecutivas con otras seis ausencias después de caer herido cuando contabilizaba la friolera de 30 puntos en Golden State, ante el mejor equipo de la liga y en apenas 19 minutos. A continuación vendría su racha más larga de partidos jugados esta temporada, 12. Ahora vuelve a estar de baja con problemas en un pie y permanecerá fuera de las canchas al menos por una semana más. ¿Resultado? Solo 27 partidos jugados y 25.4 puntos anotados por encuentro, increíble para cualquier ser humano pero discreto comparado con sus 32 de media de la campaña pasada.   

En el plano grupal eran muchos los que tenían (y me incluyo) a OKC como máximo favorito al título antes e incluso después de la primera lesión de Durant. La previsible “relajación” de San Antonio tras conseguir el anillo, el desmembramiento de Miami con la marcha de LeBron a Cleveland y las dudas que siempre despiertan los nuevos aspirantes (los mismos Cavs, los Warriors o los Bulls con Pau)  hacían ver al equipo dirigido por Scott Brooks como el más firme candidato. Pero mil lesiones después y debido a la brutal competencia de la que hace gala la Conferencia Oeste, OKC se sitúa en el octavo puesto de la clasificación luchando por cerrar su presencia en los Playoffs. A día de hoy parece factible que lo puedan conseguir, pero el regalo envenenado que supone clasificarse de los últimos ya lo conocemos todos; de momento, Golden State si clasifican octavos.

¿Una inevitable lucha de egos?

Un gesto ha desatado en la última semana una polémica a todas luces inevitable. Las especulaciones sobre la relación entre Durant y Westbrook estaban listas para explotar en cuanto prendiera cualquier mecha y el no choque de manos entre los dos mejores jugadores del equipo fue el perfecto desencadenante. Durante el tiempo que han compartido equipo la división de roles ha sido clara; Durant se ha llevado los elogios (muy merecidos) y el protagonismo positivo, con MVP incluido y Westbrook ha lidiado con la presión de la crítica continua, provocada por su propio estilo de juego pero también por jugar al lado de KD y lo que esto supone: demanda de balones que Westbrook como supuesto organizador debe atender o la creencia inamovible de que es KD el indicado de jugarse la última posesión y no el explosivo base. Parece que el paso del tiempo había ido construyendo una relación a prueba de cualquier bomba o comentario con mala intención pero el continuo vaivén que está siendo la temporada 2014-2015 para el equipo supone una prueba de fuego 
más en la relación Durant- Westbrook.  



Enfrentado con la prensa y aficionados

El cambio de actitud de Kevin Durant con la prensa ha sido tan obvio como sorprendente. Siempre catalogado como un chico bueno, la frustración de no verse al 100% nos ha permitido ver al Durant más lenguaraz e irreverente. El anteriormente conocido como niño bueno de la NBA ha dejado declaraciones para el recuerdo durante la temporada, principalmente dirigidas hacia la prensa. Su “Realmente ustedes no saben una puta mierda (…) Para ser honesto solo estoy aquí porque tengo que hacerlo. Realmente no me importa lo que digáis. No sois mis amigos. Vais a escribir lo que queráis. Nos queréis un día y al siguiente nos odiáis. He aprendido a lidiar con esto" es solo una muestra de lo enfadado que se ha mostrado KD. También ha tenido para aquellos aficionados que se encargaron de hacer memes con su emotiva rueda de prensa de coronación como MVP y su última salida de tono fue responder con un feo apelativo a un fan que intentaba provocarle estableciendo una comparación con su compañero Westbrook.

En resumen, una temporada llena de frustración y dificultades hasta ahora para el bueno de Kevin Durant y que a dia de hoy parece tener solo un posible arreglo: conseguir contra todo pronóstico un anillo que corone por fin a KD y a sus compañeros como el mejor equipo de la NBA. Tienen la calidad y los mimbres necesarios para ello, pero solo el tiempo nos dirá si Kevin Durant da la vuelta a su temporada más dura.  

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